En su tiempo libre, a la gente le encanta ver la televisión, visitar sitios como este homepage para obtener más información sobre las apuestas deportivas o disfrutar de una comedia en vivo. No importa en qué parte del mundo vivas ni la lengua que hables, todos conocemos la comedia stand up y la hemos disfrutado al menos una vez debido a que está de moda.
La comedia stand up es una de las manifestaciones del humor más comunes y básicamente consiste en que un humorista desarrolle una rutina o monólogo al frente de un público en vivo con la característica principal de que suele estar de pie sin muchas “herramientas” a la mano. De allí viene el nombre, “stand up” es “levantarse” o “pararse” en inglés.
Las claves del monólogo y el monologuista
Este es uno de los tipos más complejos de humor que hay para quien decide dedicarse a ello debido a que existe cierta “vulnerabilidad”; el comediante en cuestión debe enfrentarse al público sin nada más que su ingenio y sus ideas previamente bien organizadas. En muchas ocasiones se pueden utilizar recursos como vestimenta o se puede inclusive interpretar un personaje (siempre permaneciendo dentro de lo que un monólogo permite), pero no se puede ir más allá de eso. No hay sustitutos, ni producción, ni nada por el estilo; es solo el cómico quien se presenta con sus palabras y más nada.
Probablemente esto lo haga también uno de los tipos de humor más exitosos y populares debido a lo directo que suele ser. Es decir, no es sobreactuado, sino que la persona se muestra tal y como lo enseñó. Por lo general se apoya en lo absurdo de las vivencias que vive el comediante (en caso de ser un monólogo) o en lo variada que puede ser su propia imaginación para idear una rutina.
No existe una guía sagrada o exacta debido a que esto suele ser bastante más subjetivo de lo que parece. De hecho, la innovación con respecto a los otros cómicos suele representar una ventaja. Pero si quieres saber lo más esencial para subirte al escenario te lo contaremos a continuación.
¿Cómo ser un comediante de Stand Up?
Primeramente debes saber que necesitarás una rutina; es decir, aquello que vas a decir debe estar muy bien preparado y ensayado. Nunca debes presentarte ante un público pensando que vas a improvisar, eso va a resultar fatal y te pueden bajar del escenario… ¿Puedes improvisar algo? Sí, evidentemente, pero solamente pequeños detalles que se te ocurran durante la presentación.
Debes ser creativo para idear un buen monólogo, que resulte ingenioso y que tenga cierto carácter burlesco. Probablemente esto te lleve algo de tiempo, pues pensar en qué decir puede ser bastante complejo pero puedes buscar inspiración al ver sobre qué temas hablan otros comediantes. Eso sí, nunca olvides que bajo ningún concepto puedes copiarte, eso es antiético y te puede generar una mala reputación.
Una buena herramienta puede ser burlarte de tu propia vida en lugar de inventar una, por más loco que suene. De hecho esto suele ser bastante habitual a la hora de crear una rutina debido a que tienen bastante tela que cortar al satirizar muchas de las cosas que alguna vez hayas vivido.
Por último no debes olvidar que debes a toda costa perder la vergüenza. Esto es algo indispensable pues enfrentarse a un público de una manera tan cruda no es nada fácil. Si eres capaz de reunir estas cualidades y requisitos es muy probable que te vaya muy bien con tus primeras presentaciones.